Un buen cuidado de tu aire acondicionado puede alargar su vida útil considerablemente, evitando que tengas que reemplazarlo antes de tiempo. Pero eso no es todo: un sistema bien mantenido puede funcionar hasta un 15% más eficientemente, lo que se traduce en un ahorro significativo en tus facturas de energía. 

Además, con un mantenimiento regular, es menos probable que enfrentes costosas reparaciones inesperadas. Así que, más allá de la comodidad que te ofrece, cuidar de tu aire acondicionado es una inversión inteligente en tu bolsillo. 

Por eso hoy te vamos a dar algunos tips de limpieza que tú mismo puedes llevar a cabo después de la instalación del aire acondicionado ¡Toma nota! 

5 consejos para alargar la vida útil de tu aire acondicionado después de la instalación 

Una vez que has instalado tu aire acondicionado, el siguiente paso es asegurarte de que funcione de manera eficiente durante muchos años. Para lograrlo, es fundamental que adoptes algunas prácticas de mantenimiento sencillas pero efectivas. Aquí te comparto cinco consejos que te ayudarán a mantener tu equipo en óptimas condiciones y a evitar problemas futuros. 

Establece una rutina de limpieza 

Para mantenerlo en óptimas condiciones, realiza la limpieza de las rejillas y la carcasa una vez al mes. Limpia los filtros de aire cada uno o dos meses, dependiendo de la frecuencia de uso y del entorno en el que esté el aparato. La limpieza interna de las bobinas y aletas, así como la revisión de la unidad exterior, puede hacerse dos veces al año, o más si notas una disminución en el rendimiento del equipo. 

Limpia los filtros periódicamente 

Como recomendación general, deberías revisar y limpiar los filtros al menos una vez al mes. Si utilizas el aire acondicionado con mucha frecuencia, o si vives en un entorno con mucho polvo o contaminantes, es posible que debas hacerlo con mayor frecuencia, como cada dos semanas. En áreas con menos polvo o durante los períodos en que no se usa tanto el aire acondicionado, cada dos meses podría ser suficiente. 

Para hacerlo, te recomendamos que primero lo apagues y luego lo desenchufes. Abre la tapa frontal del aparato para acceder a los filtros, que generalmente son fáciles de retirar.  

Una vez que los tengas fuera, aspíralos suavemente para eliminar el polvo. Si los filtros están muy sucios, lávalos con agua tibia y un jabón suave, asegurándote de enjuagarlos bien. Déjalos secar completamente al aire antes de volver a instalarlos. 

Déjalo descansar si no vas a estar en casa 

El uso eficiente del aire acondicionado implica apagarlo o, mejor aún, programarlo para que funcione solo cuando realmente lo necesitas. Si está funcionando sin que nadie lo disfrute, no solo estás desperdiciando energía, sino que también estás sometiendo al sistema a un desgaste innecesario.  

Cada vez que el compresor arranca, se produce un pequeño esfuerzo en los componentes del sistema. Aunque estos están diseñados para soportar un uso regular, mantenerlo encendido sin razón puede acelerar el deterioro de piezas clave, llevándote a enfrentar reparaciones costosas antes de lo esperado. 

Aquí es donde un termostato programable puede convertirse en tu mejor aliado. Estos dispositivos te permiten configurarlo para que se encienda y apague en horarios específicos, asegurando que el equipo solo funcione cuando realmente lo necesitas.  

Por ejemplo, en la instalación del aire acondicionado puedes indicarle al profesional que lo programe para que se apague automáticamente cuando sales de casa por la mañana y se encienda un poco antes de que regreses. De esta manera, siempre encontrarás tu hogar fresco y cómodo, pero sin haber malgastado energía durante el día.  

Asegúrate de un aislamiento adecuado en la habitación 

Uno de los primeros pasos para asegurar un buen aislamiento es revisar puertas y ventanas. Estas son las principales áreas por donde el aire puede escapar o entrar, afectando la temperatura de la habitación. Asegúrate de que no haya grietas o huecos alrededor de los marcos de las ventanas y las puertas. Si encuentras alguna fuga, sella estos espacios con burletes o silicona, lo que evitará que el aire frío se escape y que el calor exterior se filtre. 

También es útil considerar la instalación de cortinas térmicas o persianas que bloqueen el calor durante las horas más calurosas del día. Estas medidas, junto con una buena revisión de las puertas y ventanas, ayudarán a mantener la habitación bien aislada, lo que permitirá que tu aire acondicionado trabaje de manera más eficiente y reduzca la necesidad de funcionar a máxima potencia. 

Programa chequeos con un profesional 

Durante un chequeo profesional, el técnico revisará todos los componentes críticos del sistema, como las bobinas, el compresor, los niveles de refrigerante y las conexiones eléctricas. Estos son aspectos que, aunque pasan desapercibidos para la mayoría de nosotros, son vitales para el buen funcionamiento del equipo.  

Un técnico experimentado en la instalación de aire acondicionado tiene las herramientas y el conocimiento para identificar cualquier signo de desgaste o fallo inminente que podría afectar la eficiencia del aire acondicionado o incluso causar su mal funcionamiento. 

Además, un mantenimiento profesional incluye tareas que generalmente no realizamos en casa, como la limpieza profunda de las partes internas, la verificación de la presión del gas refrigerante y la calibración del termostato.  

Estos ajustes finos pueden hacer una gran diferencia en el rendimiento del sistema y su vida útil, asegurando que tu aire acondicionado esté funcionando de manera óptima. 

Frecuencia de cada revisión profesional

En cuanto a la frecuencia, lo más recomendable es realizar estos chequeos al menos una vez al año. Sin embargo, si vives en un lugar con un clima particularmente caluroso o usas el aire acondicionado de manera intensiva, podría ser beneficioso programar una revisión cada seis meses. 

Invertir en un mantenimiento profesional es, en definitiva, una forma inteligente de proteger tu aire acondicionado. Con chequeos regulares, te aseguras de que tu equipo esté en las mejores condiciones posibles, minimizando el riesgo de problemas mayores y disfrutando de un hogar fresco y cómodo durante muchos años. Nosotros te podemos ayudar con eso ¡Contáctanos!